Todo trabajo que acarree la manipulación de corriente eléctrica tiene un rango de peligro implícito. Para disminuir las posibilidades de sufrir un accidente, en la actualidad existen distintos elementos de protección.
Los diferenciales eléctricos son uno de estos y saber qué tipo instalar es fundamental para poder operar en conformidad con la normativa de seguridad vigente.
¿Qué es un diferencial eléctrico y para qué sirve?
Los diferenciales eléctricos son un dispositivo electromecánico, a modo de interruptor, que sirve como sistema de protección automático para proteger a las personas o equipos en caso de errores en el circuito eléctrico. Se utiliza en instalaciones de corriente alterna y su uso está regulado en la mayoría de los países como obligatorio en el sector industrial y doméstico.
El interruptor se activa cuando detecta alguna anomalía en el circuito eléctrico (por ejemplo, cuando una persona tiene un contacto directo con la corriente), disparándose y cortando así el suministro de electricidad.
Normalmente, se suele activar en rangos que oscilan los 50 milisegundos y no solo protegen a las personas de una electrocución, sino que también pueden prevenir incendios o daños en las máquinas como secuelas derivadas. Sus principales características son las siguientes:
- Son muy seguros. Detectan la mínima fuga de corriente y la precisión de su mecanismo interno los hace inmune a errores de lectura.
- La variedad de tipos los hace un elemento muy versátil. Se adaptan con facilidad en contextos industriales o domésticos.
- La corriente de fuga suele estar entre 30mA.
- Su instalación, mediada por un profesional, es de rutina.
Tipos de diferenciales eléctricos
Aunque existen muchos tipos de interruptores diferenciales, los que se presentan a continuación son los más usados en la mayoría de los países:
Diferencial estándar para corrientes alternas
También llamado diferencial AC, son el tipo más común tanto en el uso industrial como doméstico. Están destinados a utilizarse en corrientes alternas sinusoidales (por lo que se caracterizan por este símbolo en su estructura).
En la práctica, se suelen utilizar en instalaciones eléctricas que no tienen un propósito específico, sino general. Por su modo de operar, en algunos países está prohibida su instalación en razón de su inefectividad para detectar los armónicos de las ondas de corriente.
Interruptor tipo A
Los cuales no solo se usan para corrientes sinusoidales, sino también para continuas pulsantes. A diferencia del anterior, su uso está normalizado en instalaciones eléctricas específicas; aquellas que acoplan determinados equipos que pueden generar anomalías como fugas de corriente en los semiconductores (por ejemplo).
También evitan saltos no programados que han sido inducidos total o parcialmente por agentes externos (como factores ambientales). Su uso es estándar en la mayoría de las estaciones de recarga de vehículos eléctricos.
Interruptor tipo B
Uno de los tipos más versátiles, ya que detecta las variaciones que sus pares AC, A y F son capaces de procesar. Por tanto, son útiles para hacer frente a anomalías en:
- Corriente diferencial alterna sinusoidal
- Corriente diferencial alterna superpuesta
- Corriente diferencial continua pulsante (superpuesta y rectificada)
- Corriente diferencial continua alisada
Esta última es aquella cuya corriente eléctrica no presenta valores sinusoidales, como por ejemplo las instalaciones trifásicas. Arrancadores de velocidad para motores, bombas e industria textil son solo algunos de los contextos donde su uso está normalizado.
Este tipo cuenta con una variante denominada B+. La principal diferencia es que la primera detecta las fugas alternas y pulsantes hasta 1 kHz, mientras que la distribución B+ lo hace hasta 20 kHz.
Interruptor tipo F
Detectan las variaciones de los diferenciales A y AC, aunque su principal valor está en poder hacer frente a fugas de corriente continua alisada de hasta 10 mA superpuesta a los valores de la fase diferencial alterna. En algunos países se le denomina como interruptor diferencial superinmunizado.
Se usa en contextos domésticos, terciarios e industriales y evitan aparte los saltos repentinos que se producen cuando determinado equipo tiene un exceso de consumo energético.
Interruptor tipo S
También llamado diferencial retardado, se suelen utilizar en contextos industriales que incorporan más de un interruptor en toda la fase eléctrica. La razón de ello es la selectividad con la que operan, ya que son capaces de aislar o limitar el corte solo a la zona que se ha visto afectada. Esto evita, por ejemplo, detener por completo la operatividad de toda la planta.
Aparte de estos, también encontramos los diferenciales instantáneos y los diferenciales rearmables. Estos 2 últimos son más comunes en entornos domésticos e incluso la mayoría de los hogares los tiene por defecto.
Paralelo a estos equipos, también se encuentran los interruptores termomagnéticos. En suma, estos se encargan de proteger los elementos eléctricos de las máquinas por sobrecalentamiento, cortocircuito o fluctuaciones de la red eléctrica. En todo caso, se recomienda el uso de los dos para asegurar la protección de ambas partes.
Importancia de los diferenciales eléctricos
La elección del tipo de interruptor apropiado nunca debe hacerse sin antes meditar si su función se ajusta a las demandas eléctricas del sector. La mediación de un profesional cualificado, por tanto, debe ser una prioridad siempre. También lo es la elección de los mejores diferenciales, tanto por la capacidad de respuesta que estos pueden tener, como por su vida útil.
Aunque su uso está más regulado en entornos industriales, su instalación también es imprescindible en hogares domésticos. De esta manera, se garantiza la protección de toda la familia y se evitan incidentes que pueden llegar a ser mortales. Lejos de ser un elemento que impedirá el correcto funcionamiento de la corriente, este la potenciará teniendo en consideración siempre la protección.
Comentarios (1)
Exelente muy buena información. Gracias
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